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¿Dónde dice la Biblia que todas las cosas deben ser restauradas?
La Biblia menciona la restauración de todas las cosas en Hechos 3:19-21, donde el apóstol Pedro está predicando y llama al arrepentimiento, señalando que Jesús debe permanecer en el cielo hasta que ocurra esta restauración profetizada. Este pasaje es clave porque conecta con las promesas proféticas del Antiguo Testamento y el cumplimiento de todo lo que Dios ha establecido.
El pasaje dice lo siguiente:
Hechos 3:19-21:
“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo” (RVR1960).
Este versículo subraya que debe haber una restauración de todo lo que los profetas del Antiguo Testamento declararon. Esto incluye el restablecimiento de las verdades y prácticas que Dios ordenó, como el regreso del Pueblo de Israel a las enseñanzas de la Torah y la reactivación de los mandamientos que han sido malinterpretados o dejados de lado con el tiempo.
¿A Qué Se Refiere la Biblia con “La Restauración de Todas las Cosas”?
La frase “restauración de todas las cosas” en Hechos 3:21 se refiere al cumplimiento final de las promesas proféticas que Dios hizo a través de los profetas del Antiguo Testamento, incluyendo la restauración del orden original que Él estableció para la humanidad, el pueblo de Israel y la creación entera. Este concepto abarca varios aspectos importantes que podemos resumir en los siguientes puntos:
1. Restauración Espiritual
- El llamado al arrepentimiento y la reconciliación con Dios es central. Pedro exhorta en Hechos 3:19-20 a que las personas se arrepientan para que sus pecados sean borrados y puedan experimentar “tiempos de refrigerio” de parte del Señor. Esta es la primera fase de la restauración: la restauración espiritual de la relación entre Dios y el hombre, que fue rota por el pecado desde los tiempos de Adán y Eva.
- La muerte y resurrección de Jesús es clave para esta restauración, ya que a través de Él se ofrece perdón y reconciliación con Dios, dando inicio a la renovación de todas las cosas. Este es el cumplimiento del plan de redención que había sido profetizado desde el Antiguo Testamento.
2. Restauración del Pueblo de Israel
- En los profetas del Antiguo Testamento, especialmente en libros como Isaías, Jeremías y Ezequiel, se habla de un tiempo en el que Dios restaurará a Israel y lo reunirá de nuevo como Su pueblo. Esta restauración no es solo física, sino también espiritual, cuando Israel volverá a la observancia plena de la Torah (las instrucciones de Dios), reconocerá a Jesús como el Mesías y se cumplirá la promesa de que Dios hará un nuevo pacto con Su pueblo (Jeremías 31:31-34).
- Jesús mismo mencionó que fue enviado “a las ovejas perdidas de la casa de Israel” (Mateo 15:24), haciendo referencia a la restauración de las tribus dispersas. La parábola del hijo pródigo (Lucas 15:11-32) también refleja esta restauración, con el hijo menor representando a la “Casa de Israel” (las diez tribus dispersas) que eventualmente regresará al Padre.
3. Restauración del Reino Mesiánico
- La restauración incluye también el establecimiento del reino mesiánico que los profetas anunciaron. En ese tiempo, el Mesías (Jesús) reinará sobre la tierra, trayendo justicia y paz a todas las naciones. Esto está relacionado con el reinado de Jesús cuando vuelva en Su segunda venida, como se menciona en Apocalipsis 11:15, cuando “los reinos del mundo” serán entregados a Cristo, y Él reinará por siempre.
- Durante este reino, todas las cosas se alinearán con el propósito original de Dios, incluidas las prácticas y mandamientos establecidos en la Torah, que serán observados por todas las naciones. Profecías como la de Zacarías 14:16-19 mencionan que las naciones vendrán a Jerusalén a celebrar la Fiesta de los Tabernáculos, indicando que las fiestas bíblicas y los mandamientos de Dios seguirán en vigencia durante el reino del Mesías.
4. Restauración de la Creación
- La Biblia habla también de la restauración de la creación física, la cual fue afectada por el pecado del hombre. En Romanos 8:19-22, Pablo dice que “la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción”. Esto implica que el desorden y la maldición que entraron en el mundo a causa del pecado serán eliminados, y la tierra será renovada bajo el gobierno justo de Cristo.
- En el reino restaurado, habrá un retorno a la armonía original que Dios creó en el Edén. Las profecías de Isaías (Isaías 11:6-9) describen un mundo donde los animales y los humanos vivirán en paz, reflejando la completa restauración de la creación.
5. Cumplimiento de las Profecías
- Pedro dice en Hechos 3:21 que esta restauración fue profetizada “por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo”. Esto se refiere a las muchas profecías del Antiguo Testamento que apuntan a un tiempo de restauración y renovación, no solo para Israel, sino para todas las naciones y la creación entera.
- Algunos ejemplos de estas profecías incluyen la visión de un nuevo cielo y una nueva tierra en Isaías 65:17 y Apocalipsis 21:1, donde todo será transformado y renovado bajo el reinado eterno de Dios.
Conclusión
La restauración de todas las cosas abarca tanto la redención espiritual como la renovación física del mundo bajo el señorío de Cristo. Involucra la restauración del pueblo de Israel, el cumplimiento de la Torah y las profecías del Antiguo Testamento, el establecimiento del reino mesiánico, y la restauración de la creación misma a su estado original de armonía y paz bajo Dios. Todo esto culminará en el retorno de Jesús y el establecimiento de Su reino eterno.
¿Dónde dice la Biblia que los que han creído en Jesús ahora son parte del pueblo de Israel?
La Biblia enseña que aquellos que han creído en Jesús, independientemente de su origen étnico, ahora son considerados parte del pueblo de Israel y herederos de las promesas hechas a Abraham. Este concepto aparece en varios pasajes del Nuevo Testamento, donde se muestra que, por medio de la fe en Jesús, los creyentes se injertan en el pueblo de Dios y se convierten en hijos de Abraham y miembros de Israel.
A continuación, algunos pasajes clave que abordan este tema:
1. Efesios 2:11-13
Pablo explica que los gentiles (no judíos) que antes estaban alejados de las promesas de Israel ahora han sido acercados y forman parte del pueblo de Dios:
“Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo” (RVR1960).
Este pasaje indica que aquellos que estaban “alejados de la ciudadanía de Israel” (los gentiles) han sido acercados y ahora tienen participación en las promesas hechas al pueblo de Dios a través de la sangre de Jesús.
2. Efesios 2:19
Después de explicar la reconciliación entre judíos y gentiles, Pablo declara que los creyentes en Jesús ya no son extraños ni extranjeros, sino que son ciudadanos del pueblo de Dios:
“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios” (RVR1960).
Aquí se refuerza la idea de que los gentiles creyentes son ahora conciudadanos con los santos (el pueblo de Dios) y parte de la familia espiritual de Israel.
3. Romanos 11:17-24
En este pasaje, Pablo utiliza la metáfora de un olivo para describir cómo los gentiles que creen en Jesús han sido injertados en el pueblo de Israel. Israel es representado como el olivo cultivado, y los gentiles como ramas de un olivo silvestre injertadas en él:
“Y si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo” (Romanos 11:17, RVR1960).
Aquí, Pablo enseña que los gentiles, al creer en Cristo, son injertados en el olivo de Israel, y por lo tanto, se convierten en participantes de las promesas y la herencia de Israel.
4. Gálatas 3:28-29
Pablo deja claro que, en Cristo, no hay diferencia entre judíos y gentiles, y que todos los que creen en Jesús son hijos de Abraham y herederos de las promesas:
“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa” (RVR1960).
Este pasaje indica que los creyentes en Cristo se convierten en descendientes espirituales de Abraham y herederos de las promesas hechas a él, lo que los incorpora al pueblo de Israel espiritualmente.
5. 1 Pedro 2:9-10
El apóstol Pedro aplica términos que antes se usaban exclusivamente para Israel a los creyentes en Jesús, tanto judíos como gentiles:
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia” (RVR1960).
Pedro está diciendo que los creyentes en Jesús, que antes no formaban parte del pueblo de Dios, ahora han sido integrados como una nación santa y pueblo adquirido por Dios, en una clara referencia a las promesas y privilegios de Israel.
6. Romanos 9:6-8
Pablo aclara que ser parte de Israel no depende únicamente de la descendencia física, sino de ser hijos de la promesa, lo que incluye a los creyentes en Jesús:
“No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia. Esto es, no los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes” (RVR1960).
Este pasaje muestra que el verdadero Israel espiritual está compuesto por aquellos que son hijos de la promesa a través de la fe, lo cual incluye a los gentiles que creen en Jesús.
Conclusión
La Biblia enseña que todos los que creen en Jesús, sean judíos o gentiles, ahora forman parte del pueblo de Dios y son considerados hijos de Abraham y, por lo tanto, herederos de las promesas hechas a Israel. Estos creyentes se incorporan al pueblo de Israel espiritual a través de la fe en Cristo, participando de las promesas, pactos y bendiciones que Dios otorgó a Su pueblo.
Bueno, has mencionado que somos herederos de las promesas, pero ¿acaso también tenemos algunas responsabilidades por ahora ser considerados israelitas o parte del pueblo de Israel?
¡Sí, definitivamente! Convertirse en herederos de las promesas y ser considerados parte del pueblo de Israel a través de la fe en Jesús también conlleva responsabilidades. Las Escrituras enseñan que los creyentes en Jesús no solo reciben las promesas hechas a Abraham, sino que también deben caminar en obediencia a las instrucciones de Dios (la Torah) como parte de su identidad como el pueblo de Dios. A continuación, veremos algunas de estas responsabilidades bíblicas:
1. Obedecer los Mandamientos de Dios
Ser parte del pueblo de Israel no solo significa recibir las promesas, sino también asumir la responsabilidad de obedecer las instrucciones que Dios dio a Su pueblo en la Torah (la Ley o Instrucción de Dios). Jesús no vino a abolir la Ley, sino a cumplirla y enseñarnos cómo vivir conforme a ella.
- Mateo 5:17-19: Jesús declara que no vino a abolir la Ley ni los Profetas, sino a cumplirlos, y enseña que quienes practican y enseñan los mandamientos serán llamados grandes en el Reino de los Cielos: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos” (RVR1960). Como hijos de Abraham, se espera que los creyentes en Jesús vivan conforme a la instrucción de Dios. La Torah establece cómo debemos vivir en relación con Dios y con nuestro prójimo, algo que Jesús y los apóstoles no abolieron, sino que reafirmaron.
2. Guardar el Sábado (Shabat)
Uno de los mandamientos eternos que Dios dio a Su pueblo es el de guardar el sábado (el séptimo día), que es un día de descanso y adoración. Este mandamiento fue dado a Israel, pero también se extiende a todos los que se han unido al pueblo de Dios a través de la fe en Jesús.
- Éxodo 31:16-17: “Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó” (RVR1960). Guardar el Shabat es una señal eterna entre Dios y Su pueblo, y como creyentes en Jesús que ahora somos parte de Israel, debemos honrar este día de reposo.
3. Observar las Fiestas Bíblicas
Dios estableció las Fiestas Bíblicas (como la Pascua, Pentecostés y Tabernáculos) para que Su pueblo las observe. Estas fiestas no son simplemente “festividades judías”, sino fiestas del Señor (Levítico 23:2), y los que ahora forman parte del pueblo de Dios a través de Cristo también deben observarlas.
- Levítico 23:1-2: “Habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Las fiestas solemnes de Jehová, las cuales proclamaréis como santas convocaciones, serán estas: Mis fiestas son” (RVR1960). Estas fiestas están llenas de significado profético y celebran tanto la redención pasada de Dios como la futura obra de restauración. Como parte del pueblo de Israel, los creyentes en Jesús tienen la responsabilidad de honrar y observar estas fiestas en lugar de adoptar celebraciones que no están en la Biblia, como la Navidad o la Pascua cristiana (que es diferente de la Pascua bíblica).
4. Mantenerse en los Pactos y Promesas
Ser parte del pueblo de Israel implica vivir dentro del pacto que Dios hizo con Su pueblo. Esto incluye vivir conforme a la moral y ética que la Torah enseña. La Biblia nos llama a vivir vidas santas, separadas para Dios, siguiendo Sus mandamientos y reflejando Su carácter.
- Deuteronomio 7:6: “Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra” (RVR1960). Al convertirnos en parte del pueblo de Israel, estamos llamados a vivir una vida de santidad, dedicados a cumplir la voluntad de Dios y a ser luz para las naciones.
5. Vivir en Amor y Unidad
Los mandamientos de la Torah se resumen en dos principios que Jesús enfatizó: amar a Dios y amar al prójimo (Mateo 22:37-40). Ser parte del pueblo de Israel también implica vivir en amor, mostrando misericordia, justicia y verdad en nuestras relaciones con los demás.
- Romanos 13:8-10: Pablo resume la Torah en el mandamiento del amor: “No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor” (RVR1960). El amor es el cumplimiento de la Torah, y es nuestra responsabilidad vivir este amor hacia Dios y hacia los demás, lo cual incluye obedecer todos los mandamientos que nos enseñan a vivir correctamente con nuestros semejantes.
6. Testificar a las Naciones
Una de las responsabilidades que tenemos como parte del pueblo de Israel es ser una luz para las naciones, cumpliendo la misión que Dios dio a Su pueblo. Jesús instruyó a sus discípulos a llevar el evangelio a todas las naciones, cumpliendo la misión de Israel de ser una bendición para el mundo.
- Mateo 28:19-20: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (RVR1960). Los creyentes tienen la responsabilidad de testificar de la verdad de Dios y de Su Mesías a todas las naciones, llamándolos al arrepentimiento y a formar parte del pueblo de Dios.
Conclusión
Ser parte del pueblo de Israel por la fe en Jesús conlleva recibir las promesas, pero también implica asumir las responsabilidades que Dios ha dado a Su pueblo: obedecer Sus mandamientos, guardar el Shabat, observar las fiestas bíblicas, vivir en santidad, y testificar a las naciones. Estas responsabilidades no son cargas pesadas, sino que son parte de una vida bendecida en conformidad con la voluntad de Dios, viviendo en la luz de Su revelación eterna.
Cuando hablamos de que todas las cosas van a ser restauradas, ¿a qué cosas se está refiriendo concretamente y cuándo deberían ser restauradas?
Cuando la Biblia habla de la restauración de todas las cosas, se refiere al cumplimiento final de las promesas de Dios para restaurar el orden original de la creación, el pueblo de Israel y el gobierno de Dios sobre la tierra. Esta restauración fue profetizada por los profetas del Antiguo Testamento y será completada con el retorno de Jesucristo. Veamos más concretamente a qué se refiere y cuándo debería ocurrir esta restauración:
1. Restauración del Reino de Dios en la Tierra
Una de las principales cosas que será restaurada es el reino de Dios en la tierra. Esto se refiere al establecimiento del gobierno divino en todo el mundo, bajo el reinado de Jesucristo como el Mesías. La creación misma anhela esta restauración, ya que la tierra ha estado bajo maldición desde la caída de Adán y Eva.
- Hechos 3:21 dice que Jesús debe permanecer en el cielo “hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas”, lo que implica que su segunda venida marcará el inicio del cumplimiento final de esta restauración.
- En Apocalipsis 11:15, se menciona que “los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos” (RVR1960). Este será el momento en que el reino de Dios se establecerá completamente en la tierra.
2. Restauración del Pueblo de Israel
La restauración de Israel es un elemento clave en la restauración de todas las cosas. Los profetas del Antiguo Testamento hablan de un tiempo en el que Dios reunirá a las tribus dispersas de Israel y restaurará a todo el pueblo bajo el liderazgo del Mesías. Esto incluye tanto la Casa de Israel (las diez tribus del norte) como la Casa de Judá (los judíos).
- Ezequiel 37:21-22 dice: “Y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron ellos, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra; y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será rey para todos ellos; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos” (RVR1960). Esta restauración implicará que Israel vuelva a su tierra, viva conforme a los mandamientos de Dios y reconozca a Jesús como el Mesías. Además, las profecías como las de Romanos 11:25-26 hablan de la salvación de Israel al final de los tiempos, cuando todo Israel será salvo y restaurado espiritualmente.
3. Restauración de la Observancia de la Torah
La restauración también incluye el restablecimiento de las leyes e instrucciones de Dios (la Torah) como un estándar de vida para toda la humanidad, no solo para Israel. Durante el reinado de Jesús, las naciones aprenderán a caminar según las enseñanzas de la Torah, y las fiestas bíblicas y los mandamientos que Dios estableció serán observados universalmente.
- Isaías 2:2-3 profetiza que en los últimos días, las naciones subirán al monte del Señor para aprender de Sus caminos: “Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová” (RVR1960). Esta restauración implica que la ley de Dios (la Torah) será restaurada y respetada por todas las naciones.
4. Restauración de la Creación
Desde la caída de Adán, la creación ha sufrido el efecto del pecado, resultando en sufrimiento, dolor y muerte. La restauración de todas las cosas incluye la restauración de la creación a su estado original, sin corrupción ni maldición.
- Romanos 8:19-21 dice que “la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios” (RVR1960). La creación está esperando el momento en que será restaurada y renovada bajo el reinado de Jesús.
- Isaías 11:6-9 describe un mundo en el que la creación será restaurada a una paz completa, donde el león y el cordero vivirán juntos en armonía y no habrá más violencia en la tierra.
5. Restauración de la Relación con Dios
El pecado rompió la relación entre Dios y la humanidad, pero la restauración incluye la reconciliación plena entre Dios y Su creación. Esto implica una restauración espiritual en la que todos los seres humanos que han creído en Jesús serán transformados para estar en plena comunión con Dios.
- Apocalipsis 21:3-4 dice: “He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron” (RVR1960). Esta restauración culminará en una nueva creación, donde Dios morará con Su pueblo para siempre.
6. Restauración del Orden Moral y la Justicia
Con la restauración del reino de Dios vendrá también la restauración de la justicia y la paz. La injusticia, la corrupción y el mal serán eliminados, y el gobierno de Jesús traerá un reinado de justicia y equidad.
- Isaías 9:6-7 profetiza acerca del reinado del Mesías: “El principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre” (RVR1960). Bajo este reino, el mal será erradicado y la justicia perfecta de Dios será establecida en todo el mundo.
¿Cuándo Ocurrirá Esta Restauración?
La restauración de todas las cosas ocurrirá progresivamente hasta culminar con la segunda venida de Jesús. Algunos eventos y señales clave incluyen:
- El regreso de Jesucristo en gloria para establecer Su reino en la tierra (Apocalipsis 19:11-16).
- La resurrección de los muertos y la transformación de los creyentes (1 Corintios 15:51-52).
- El establecimiento del reino milenial de Cristo, donde reinará en la tierra por mil años, y durante este tiempo habrá una restauración física y espiritual en la creación (Apocalipsis 20:1-6).
- La creación de un nuevo cielo y una nueva tierra, donde Dios morará eternamente con Su pueblo y no habrá más sufrimiento ni muerte (Apocalipsis 21:1-4).
Conclusión
La restauración de todas las cosas implica una restauración completa de la creación, del pueblo de Israel, del gobierno de Dios en la tierra y de la relación entre Dios y la humanidad. Esta restauración culminará con la segunda venida de Cristo y el establecimiento de Su reino eterno. Las promesas de Dios serán completamente cumplidas, y todo lo que fue afectado por el pecado será renovado y restaurado para siempre.
Entonces, ¿la restauración de todas las cosas incluye que, antes de que Jesús regrese por segunda vez, los cristianos van a guardar el día de reposo en sábado o Shabat, las fiestas bíblicas, y obedecer los mandamientos o la ley?
Sí, según la perspectiva bíblica, la restauración de todas las cosas también incluye el regreso a la observancia de los mandamientos que Dios estableció, como parte del proceso de preparación antes de la segunda venida de Jesús. Esto implica que los creyentes en Jesús, tanto judíos como gentiles, volverán a observar el sábado (Shabat), las fiestas bíblicas y los mandamientos de la Torah.
1. Restauración del Shabat (Sábado)
El Shabat es un mandamiento eterno dado por Dios desde la creación del mundo (Génesis 2:2-3) y reafirmado en los Diez Mandamientos (Éxodo 20:8-11). A lo largo de la Biblia, el sábado es descrito como un pacto perpetuo entre Dios e Israel (Éxodo 31:16). En el contexto de la restauración de todas las cosas, se espera que los cristianos regresen a la observancia del sábado.
- En Isaías 66:22-23, hay una clara profecía sobre el futuro en el que todas las naciones guardarán el Shabat en el reino de Dios: “Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. Y de mes en mes, y de sábado en sábado, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová” (RVR1960). Esto indica que en la nueva creación y en el reino mesiánico, la observancia del Shabat será restaurada, y todos vendrán a adorar a Dios en ese día. Siendo así, muchos creen que el proceso de restauración ya ha comenzado, y que los cristianos deben comenzar a observar el Shabat como parte de la preparación para la segunda venida de Jesús.
2. Restauración de las Fiestas Bíblicas
Las Fiestas Bíblicas (Levítico 23) son celebraciones ordenadas por Dios para Su pueblo. Estas incluyen la Pascua (Pesaj), Pentecostés (Shavuot), Tabernáculos (Sukkot), entre otras. Estas fiestas no fueron diseñadas solo para Israel, sino para todos los que forman parte del pueblo de Dios. Durante siglos, las iglesias cristianas adoptaron festividades paganas, como la Navidad o la Pascua cristiana, que reemplazaron estas fiestas bíblicas. Sin embargo, el proceso de restauración implica volver a las fiestas originales de Dios.
- En Zacarías 14:16-19, hay una profecía sobre el reino mesiánico en la que todas las naciones vendrán a Jerusalén para celebrar la Fiesta de los Tabernáculos (Sukkot): “Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos” (RVR1960). Esta profecía muestra que en el futuro, todas las naciones, no solo Israel, estarán involucradas en la observancia de las fiestas bíblicas. En el proceso de restauración que debe ocurrir antes del regreso de Jesús, se anticipa que los creyentes comenzarán a volver a estas celebraciones ordenadas por Dios.
3. Restauración de la Observancia de los Mandamientos (Torah)
La Torah (o Ley de Dios) incluye instrucciones sobre cómo vivir una vida santa y justa. Jesús y los apóstoles nunca enseñaron la abolición de la Torah, sino que reafirmaron su importancia. En la restauración de todas las cosas, se espera que los creyentes en Jesús comprendan la importancia de seguir los mandamientos de Dios como parte de su identidad como pueblo de Israel.
- Mateo 5:17-19, como ya se mencionó, Jesús aclaró que no vino a abolir la Ley, sino a cumplirla, y enseñó que los mandamientos seguirán siendo relevantes: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir” (RVR1960). La restauración de todas las cosas también involucra el regreso a la obediencia a los mandamientos de Dios. Esto incluye los mandamientos dietéticos (kosher), las leyes de pureza, la justicia social, y el vivir conforme a los principios de la Torah. Además, Jeremías 31:33 profetiza que en el nuevo pacto, Dios escribirá Su Ley en los corazones de Su pueblo:
“Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo” (RVR1960).
Esto muestra que la Torah no será abolida, sino que será internalizada por los creyentes, quienes vivirán conforme a los mandamientos de Dios como parte de su nueva identidad en Cristo.
4. El Tiempo de la Restauración
La restauración de todas las cosas ya está en proceso. Con el retorno de los creyentes a las raíces hebreas de la fe, muchos están comenzando a observar el Shabat, las fiestas bíblicas y los mandamientos, reconociendo que forman parte del pueblo de Israel por la fe en Jesús. Este proceso de restauración continuará y alcanzará su plenitud en el tiempo cercano a la segunda venida de Jesús.
Jesús mismo dijo que antes de su regreso, Elías (un profeta o una figura profética) vendría para restaurar todas las cosas (Mateo 17:11):
“Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas” (RVR1960).
Esto indica que un tiempo de restauración precederá el retorno de Cristo, donde se restablecerán las verdades y prácticas que fueron malinterpretadas o abandonadas a lo largo de los siglos.
Conclusión
La restauración de todas las cosas incluye un retorno a la obediencia a los mandamientos de Dios, la observancia del Shabat, las fiestas bíblicas y la Torah. Esto no es una cuestión de salvación, sino una señal de que el pueblo de Dios está alineándose con Su voluntad y preparándose para la segunda venida de Jesús. Esta restauración ya está en marcha y continuará hasta su culminación con el regreso de Cristo, cuando todas las cosas serán restauradas plenamente y el reino de Dios será establecido sobre la tierra.
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